En la segunda jornada decidimos hacer una parada en Lorca para conocer la ciudad. Su nombre original en la época romana era Eliocroca, ciudad gobernada por el sol. Aunque su denominación actual proviene de la época árabe, Lurqa, que es como aparece en el pacto de Teodomiro en el año 713.
Dedicamos casi toda mañana a recorrer el castillo que bien merece la pena, tanto por el mismo como por las vistas. Completamos la visita con un paseo por el centro, comimos y por la tarde seguimos la ruta hacia Almería.