Llegamos huyendo de la lluvia que estaba cayendo en la sierra de Albarracín. Ya lo habíamos visitado, pero hacía mucho tiempo y la memoria flaquea, así que decidimos refrescarla.
Imprescindible la visita al castillo de los Fernández de Heredia o simplemente de Mora. Destaca en un promontorio de la villa por su tamaño. Fue construido con un propósito defensivo pero también como vivienda palaciega.





























